En los últimos años, los hongos terapéuticos han ganado protagonismo en el mundo del bienestar. Quizás, uno de los más llamativos, tanto por su aspecto como por sus posibles beneficios, es la melena de león (Hericium erinaceus), un hongo blanco y esponjoso que se asemeja, como bien lo dice su nombre, a la melena del rey de la sabana.
Muy utilizado en la medicina asiática, a este hongo se le atribuyen propiedades que van desde el apoyo digestivo hasta efectos positivos sobre el sistema nervioso. Aunque, sin duda, lo que más despierta el interés es su potencial para estimular la memoria, favorecer la regeneración neuronal y ayudar a prevenir ciertas enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.
¿Será cierto que posee estas propiedades? ¿Qué dice la ciencia al respecto? Veamos qué dice.
Lo que dice la ciencia sobre la Melena de León
En el ámbito científico, la melena de león ha despertado una curiosidad creciente, especialmente por los beneficios relacionados con el cerebro. ¿Qué ha descubierto? Vamos a verlo.
Favorece el crecimiento y supervivencia de las neuronas
Nuestro cerebro produce una proteína llamada NGF (Nerve Growth Factor), esencial para el crecimiento, mantenimiento y supervivencia de las neuronas. Al parecer, la melena de león, especialmente los compuestos que posee, como las hericenonas y las erinacinas, pueden ayudar a estimular la producción de NGF, al menos así quedó demostrado en un estudio publicado en International Journal of Medicinal Mushrooms hace algunos años.
Mejora de la función cognitiva
Aunque muchos de los estudios iniciales sobre la melena de león se han realizado en laboratorios o en animales, en los últimos años también se han llevado a cabo ensayos en humanos, especialmente en personas mayores con deterioro cognitivo leve. Uno de estos fue el publicado en Biomedical Research, donde un estudio doble ciego y controlado con placebo, 30 adultos con la afección mencionada antes recibieron 3 gramos diarios de polvo de este hongo durante 16 semanas. Quienes tomaron el suplemento mejoraron su función cognitiva. Sin embargo, al interrumpir el tratamiento, los efectos positivos comenzaron a disminuir, lo que podría sugerir que la ingesta debe ser constante para mantener los beneficios.
Efectos antioxidantes y antiinflamatorios
Además de estimular al NGF, varios estudios preclínicos han mostrado que los compuestos bioactivos de la melena de león pueden ayudar a reducir la inflamación cerebral y aumentar la actividad antioxidante. Tanto el estrés oxidativo como la inflamación son procesos muy relacionados con el desarrollo del Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas.
Entonces, lo que empezó como un remedio tradicional, hoy está bajo la lupa de la ciencia por sus potenciales beneficios para el cebrero. Aunque los estudios en humanos son limitados, todos ellos apuntan en una dirección prometedora. ¿Esto significa que los suplementos de melena de león pueden curar el Alzheimer? No, pero resultan ser un apoyo natural interesante para quienes buscan cuidar su salud cerebral a largo plazo. Aunque la ciencia no ha dicho su última palabra, todo lo que dice hasta ahora suena bastante bien.